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El dinero en efectivo tiene los días contados, gracias a nuevas tecnologías que poco a poco inundan el mercado, y los equipos para su masificación ya están en las manos de casi todo el mundo.

Desde hace ya unos meses, el uso de tecnologías de punta para hacer pagos electrónicos más accesibles desde teléfonos inteligentes, tablets y hoy en día en algunos objetos del Internet de las Cosas (IoT), ha conllevado a que poco a poco la gente deje de usar dinero en efectivo.

Seguramente en algunas ocasiones te habrás preguntado qué tan cerca estamos de dejar de usar monedas y billetes, y tal como se ve en algunas películas de ciencia ficción, sólo bastará un biométrico, una cartera digital y un dispositivo de los que usamos en el día a día para pagar cualquier producto o servicio.

En Suiza, por ejemplo, sólo uno por ciento de los negocios siguen aceptando dinero en efectivo, debido a una política de que se deje de usar dinero físico a más tardar en 2020, por temas de seguridad, facilidad de cobro y seguimiento de los procesos de pago.

El dinero en efectivo está comenzando a desaparecer del mercado. Los acreedores y los gobiernos están obligados a aceptar efectivo en el pago de deudas e impuestos, pero los comerciantes no tienen esa obligación en un intercambio de bienes, como pesos por un buen desayuno, aunque eso podría cambiar a corto plazo.

Uno de los factores por los que el dinero físico tenderá a desaparecer, es el concepto de que es negociable, es decir, pertenece a quienquiera que lo tenga. Eso hace que el efectivo sea muy vulnerable al robo, y facilita mucho las actividades ilegales, como el tráfico de drogas. También facilita la economía informal, la parte que escapa a los impuestos.

Además, creación de nuevas tecnologías como el blockchain y las criptodivisas están ayudando a que la gente poco a poco use más este tipo de moneda virtual, y se inicie otra era en la industria financiera. También las llamadas aplicaciones de pago usando plataformas como Android Pay, Apple Pay o Samsung Pay, donde un usuario utiliza el dinero que tiene en un banco para hacer pago electrónico a través de la tecnología NFC, ayuda a este cambio.

Además, estos últimos desarrollos permiten a los consumidores realizar pagos electrónicos en tiempo real, sin necesidad de tarjetas.

Inclusive, la expansión de pagos electrónicos en algunos sectores no bancarizados del mercado informal, ayuda a que el dinero físico vaya quedándose de lado, y con ello se mejora la captación del fisco en muchas naciones. Cómprelo con una tarjeta o aplicación de pago móvil y deje un registro indeleble, una huella que nunca se desvanece.

Tal vez mucha gente aún tenga sus dudas sobre el uso del pago electrónico a través de aplicaciones o las carteras digitales, lo cierto es que al igual como cuando se comenzó a hacer el uso de las tarjetas de débito y crédito y se tardó un poco en masificarse, el uso de este tipo de tecnologías ocurrirá más rápido y es una tendencia que se verá consolidada en 2020.

Por esta razón se puede afirmar que en al menos cinco años, el dinero físico podría dejar de usarse, al menos en decenas de países, donde México estará incluido, y ante ello debes prepararte como empresa o negocio. ¿Listo para esta aventura?