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¿Quién no recuerda esas películas de espías donde usaban un aparatejo para saber dónde se encuentra un vehículo alrededor del mundo? Esa era tecnología exclusiva de la Ciencia Ficción, sin embargo, no tardaría mucho en que esa realidad nos alcanzara.

En la década de los 80, los avances de la tecnología mostraron los primeros indicios de la capacidad de las herramientas de localización, abriendo la posibilidad de seguir vía satélite algunos dispositivos que, además de ser enormes, solían ser muy caros, casi exclusivos para empresas transnacionales o gobiernos lejanos.

Con el florecimiento de la telefonía celular en los noventa y dos mil, se abría camino a la miniaturización de los dispositivos, utilizando pequeños módems GSM que permitieron establecer comunicación en lugar de los equipos especializados de antes, además, por una fracción del coste original.

Hoy sabemos que un dispositivo de rastreo es tan compacto que puede pasar desapercibido, incluso es posible tener equipos portátiles y/o plug and play, siendo no solo un potente localizador de vehículos, objetos que nos dan no solo la obtención de coordenadas GPS, sino la velocidad, hábitos de manejo, medir temperatura, o identificar al conductor.

Anteriormente estos sistemas de localización, como su nombre lo dice servían solo para conocer la ubicación de motocicletas, automóviles, camiones, maquinaria pesada, etc. Pero con el paso del tiempo estos sistemas han ido evolucionado convirtiéndose en más que solo herramientas de ubicación para ser herramientas de medición de productividad, control de flota e incluso en generadores de datos que nos pueden decir dónde estamos teniendo pérdidas por mal uso de los activos, lo que puede ser traducido en reportes de retorno de inversión (ROI´S).

Esto puede dividir en dos partes la localización del vehículo y la telemetría que obtenemos del vehículo per se.

Hablemos de qué podemos obtener de los vehículos: Antes estas herramientas eran muy costosas y solo permitían localizar el vehículo, adicionalmente las plataformas donde veíamos esta información eran muy complicadas y no cualquiera podía manejarlas. Con el paso del tiempo eso ha ido cambiando, actualmente los sistemas de localización vehicular son más accesibles, de fácil manejo y se cuenta con centros de monitoreo que apoyan al cliente en caso de una emergencia.

Pero lo más interesante viene de la cantidad de información que podemos obtener de estos sistemas actualmente, por mencionar algunos:

• Identificación de los conductores
• Hábitos de manejo
• Detección de accidentes
• Horarios de trabajo de los vehículos
• Recorridos de los vehículos
• Consumos de combustible
• Censado de temperatura
• Detección de códigos de falla
• Entrada y salida de puntos de interés (Geo cercas)

Todo esta información, si la conjuntamos, nos proporciona datos que nos pueden mostrar los gastos innecesarios que tenemos en nuestro día a día y poder crear tableros de control (Dashboards) en el uso de un vehículo. Y sólo es  el principio de la palabra tan apreciada que toda empresa que se jacte de ser establecida quiere oír y utilizar, nos referimos al AHORRO.

Al usar estas tecnologías podemos tener ahorros sustanciales en combustible por ejemplo: hay compañías que al usar sistemas de localización vehicular han detectado que por mal uso del vehículo han dejado de ahorrar cantidades de millones de pesos.