Telcel Empresas Articulos

El próximo paso en el desarrollo tecnológico de la banda ancha móvil es LTE Avanzado (LTE-A), definido por el 3GPP, como la evolución natural de las redes LTE.

Aparte de hacer un uso más eficiente del espectro radioeléctrico, LTE-A permite la agregación de portadoras (Carrier Aggregation por su nombre en inglés), que habilitan a los operadores a combinar distintos bloques de espectro radioeléctrico para brindar tasas de transferencia mucho más elevadas, obteniendo así más flexibilidad para administrar un activo limitado, como son las frecuencias de radio.

En estos momentos en el continente americano sólo existen ocho redes comerciales LTE-A: 3 en Canadá, 4 en Estados Unidos y 1 en Puerto Rico y en meses recientes países como Argentina, Chile y Brasil han comenzado a probar su despliegue. Es de esperar que estos mercados junto a Colombia, México y Uruguay lideren el despliegue de LTE-A en América Latina.

Una mejora significativa de las redes LTE-A tiene que ver con las actualizaciones realizadas a las capacidades de las antenas. Utilizando técnicas de transmisión MIMO (Entrada y Salida Múltiple por sus siglas en inglés), LTE-A es capaz de comunicar a las estaciones base con los dispositivos móviles en varias capas, lo que le permite brindar velocidades de transmisión más elevadas y un uso más eficiente del espectro.

Otro aspecto favorable que la organización 5G Américas ha señalado para la rápida adopción de LTE-A es su total compatibilidad con la red LTE existente, en otras palabras, los dispositivos LTE actuales funcionarán en redes LTE-Advanced, y los dispositivos LTE-Advanced funcionarán en redes LTE anteriores.

LTE-A conocida también como 4.5G permitirá que los dispositivos móviles gocen de una mejor y mayor cobertura y vendrá a complementar la conectividad de las redes LTE ya existentes como un paso intermedio en lo que la industria de telecomunicaciones móviles logra un consenso en la estandarización de las redes 5G proyectada para su despliegue hacia mediados de 2020.