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En la era de la criptomanía, las transacciones seguras e inmediatas parecen ser la solución perfecta, sin embargo, también existen desventajas para las empresas.

Las posibles ventajas de utilizar criptomonedas en los negocios son ya conocidas: reducción de costos de comisiones, seguridad en las transacciones, alcance de nuevos demográficos, entre muchas otras. En general, parece una tecnología atractiva para las empresas, pero existen también desventajas importantes que podrían poner en riesgo la salud financiera de una unidad de negocios. 

Adquirir Bitcoin como forma de pago requiere utilizar servicios en línea para aceptar y gestionar divisas digitales. Si bien no se necesita ser un especialista, sí es necesario tener nociones de cómo funciona esta tecnología. Negocios establecidos necesitan contar con el equipo y conocimiento general para no tener problemas a la hora de administrar este sistema.

Si bien está en boga, la realidad es que este tipo de moneda está todavía lejos de ser de uso corriente y bien establecido. Como en su momento sucedió con las compras en línea y sistemas de pago como Paypal, Bitcoin todavía necesita romper esa barrera y superar el fuerte escepticismo en diversas poblaciones alrededor del mundo.

Volatilidad

Uno de los contras más grandes de Bitcoin lo indicó Warren Buffet: no es posible valorar Bitcoin porque no es un activo que produzca valor.

Y es que, al mantener esta criptomoneda en una cartera, esta no produce ningún ingreso, y la única forma para obtener ganancias sería a través de su venta, misma que está sujeta a cambios de precio en el mercado tan volátiles que pueden cambiar en el transcurso de unas cuantas horas.

Esta inestabilidad en el precio obliga a las empresas a utilizar servicios comerciales para evitar verse afectados por los cambios súbitos de valuación, habilitando que la criptomoneda mantenga el valor en efectivo y sea cobrada en tiempo real. La única razón por la que una empresa conservaría divisas de este tipo es por un interés en inversiones pero estas son a un plazo de apenas meses y son pocas las firmas que ofrecen productos de ese tipo.

La tecnología Blockchain posibilita la creación de nuevas divisas digitales pero esa flexibilidad también representa una nueva forma de mercado que invariablemente obliga a especular más que a calcular o establecer planes reales de inversión a futuro. El propio Buffet ha declarado no estar interesado en monedas digitales a menos que sea posible probar planes de al menos 5 años a futuro. Para una empresa, sería un riesgo muy amplio especular con ingresos de ese tipo.

Segura, más no infalible

Es cierto que las transacciones de este tipo eliminan muchos de los riesgos ya conocidos por el comercio electrónico, sin embargo, no se trata de un sistema completamente blindado. Todo lo que existe en Internet, sigue siendo vulnerable. Además, Bitcoin, al ser un producto intangible y 100% digital, no cuenta con respaldo ni seguro real en caso de robos, suplantación de identidad o transferencias fraudulentas.

Otro riesgo de seguridad a considerar es el relacionado a las estafas. Desde criptomonedas falsas hasta intercambio de las mismas en sitios que solo tienen por objetivo recopilar datos de las cuentas. Los ataques por malware también son conocidos por utilizar sitios que no sean conocidos en el intercambio de divisas.

En un escenario más amplio, la gran inestabilidad y riesgo de Bitcoin continúa en su frágil futuro. Algunos expertos aseguran que colapsará y podría provocar una nueva crisis financiera para aquellos que entran en el riesgo de especular con grandes cantidades de dinero o incluso aquellas empresas que apuestan en conservar la moneda a pesar de las fluctuaciones en su valor.

Para bien o mal, la tecnología Blockchain ha abierto la puerta a una nueva forma de economía mundial que incluye la creación de divisas diseñadas con objetivos específicos. Será tarea de empresas y negocios considerar los pros y contras sin olvidar el aparato bursátil que continúa dirigiendo los mercados en el mundo.