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Alexa se ha convertido en el asistente personal para el hogar más popular en Estados Unidos. Su eficiencia no tiene rival y es gracias a una plataforma de la que no se habla mucho: Amazon Lex.

Desde ordenar una pizza hasta conseguir al mejor plomero de la ciudad, todo ello puede conseguirse a través de Alexa, el asistente virtual para el hogar que Amazon ha puesto al alcance del consumidor de Estados Unidos desde hace un par de años.Originalmente concebida como una central a través de la cual el usuario podía reproducir música y acceder a las aplicaciones del smartphone, actualmente la plataforma es usada cada vez más por sus usos como asistente para compras en línea y gestión de otros dispositivos.

Las capacidades de comprensión de lenguaje, machine learning y ejecución de tareas de Alexa reside en una tecnología llamada Amazon Lex. Recientemente Amazon ha permitido el acceso a las herramientas de Lex a desarrolladores externos Esto abre la posibilidad de que empresas pequeñas y medianas puedan integrar sus estrategias de marketing y ventas a la plataforma de Alexa y aprovechar todo el Big Data y analítica que ya tiene Amazon de sus clientes para poder integrar sus productos a la cadena de ventas.

Este es uno de los usos potenciales reales que el Internet de las Cosas ya está poniendo en manos de empresas de todo el mundo ante un cliente cuyas compras se guían por la facilidad de ordenar un producto con un comando de voz.