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Intel presentó su octava generación de procesadores, que prometen mayor desempeño y capacidad de cómputo suficiente para administrar tareas de IoT.

Intel, el mayor fabricante de procesadores para computadoras presentó este lunes su octava generación de chips destinados para el cómputo personal y empresarial.

Entre las novedades que fueron anunciadas por la compañía estadounidense se encuentra un incremento de 40% más de desempeño de los procesadores contra la generación actual.

Esto impactará en temas como duración de la batería, ejecución de multitareas de forma más fluida, compatibilidad total con 4K y administración de tareas de Internet de las Cosas.

De acuerdo con Intel, aunque el objetivo principal de la mejora de desempeño de sus procesadores se enfoca en el uso de aplicaciones cada vez más complejas y en el incremento en el consumo de contenidos audiovisuales o producción y edición de ellos en formato 4K, no se dejó de lado la importancia que las computadoras personales tendrán como central de administración y diagnóstico de redes de objetos conectados al Internet de las Cosas.

Varias consultoras tecnológicas como Gartner o IDC pronostican que en los próximos 20 meses el número de objetos conectados a Internet será cercano a los 20 mil millones.

Y aunque todo mundo se prepara para cosechar los beneficios de esta nueva plataforma, pocos se han detenido a pensar en el tema de la capacidad de cómputo necesaria para administrar una red de cientos o miles de cosas conectadas al mismo tiempo a Internet.

Los procesadores de octava generación de Intel se dicen listos para el arribo de los ecosistemas IoT y señala que sus procesadores permitirán ser el control maestro de los dispositivos conectados.

Los primeros equipos dotados de procesadores Intel de octava generación llegarán al mercado mexicano en el cuarto trimestre del año.