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Creados como experimentos para probar el Internet de las Cosas, los smartwatches son un accesorio indispensable para personas que aman la tecnología.

Un reloj de pulsera siempre ha sido un accesorio indispensable en el guardarropa de toda persona y es uno de los pocos que se han vuelto objetos de moda y pueden ser más costosos que colecciones enteras de alta costura.

Una nueva raza de relojes ha hecho su aparición en la segunda década del siglo, dotados de tecnología, pantallas HD, GPS y conectividad WiFi y Bluetooth y sincronización con el teléfono inteligente.

Tras una primera generación dedicada principalmente para Geeks y amantes de la tecnología, la segunda ola de relojes inteligentes apuesta no sólo a la tecnología de punta, sino también al diseño, la moda y el estilo de vida.

Uno de los ejemplos más visibles es el Samsung Gear S2, el reloj inteligente de la marca coreana que en su segunda generación ofrece un diseño redondo con carátulas que asemejan a relojes de pulso de alto diseño, al tiempo que ofrece funcionalidades diferentes para cada tipo de personalidad.

Así, existe una versión en aluminio y con correas de piel para altos ejecutivos en tamaños para mujer y hombre que permiten llevar un control de notificaciones, agenda, itinerarios y demás acciones de organización a través de comunicación con el smartphone, como también existe una versión deportiva que permite a los usuarios aprovechar más las mediciones de datos biométricos y de desempeño de sus entrenamientos.

El Gear S2 además es el primero en contar con una eSIM Card, lo cual le permite estar en línea incluso sin que el smartphone esté cerca.

Sin duda, un smartwatch es hoy día un accesorio no sólo de asistencia para la organización de agendas, sino un indispensable en el repertorio de accesorios de cualquier amante de la moda.