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En un esfuerzo por anticiparse al futuro, las autoridades de caminos y migratorias de ambos países inaugurarán el primer cruce fronterizo para autos autónomos.

La frontera entre los Estados Unidos y Canadá es muy concurrida y es probable que sea la candidata para un cruce intensivo de vehículos autónomos. Es por ello que este cruce transfronterizo será el escenario próximo de una prueba que busca brindar más datos al respecto.

Los proveedores de autopartes Continental y Magna se unieron a las autoridades de carreteras y migratorias de ambos países para enviar vehículos autónomos del sur de Michigan a Sarnia, en Ontario, a través de la frontera canadiense, utilizando los cruces en el túnel que une las ciudades de Detroit y Windsor, así como en el puente Blue Water de Sarnia.

El desafío es menos una cuestión técnica y se trata más acerca de cómo exactamente este tipo de viaje internacional funcionará con tecnología de conducción autónoma habilitada en todo el trayecto siempre que sea posible.

Los pasos fronterizos también son únicos cuando se comparan con las condiciones de conducción estándar en carretera por los procesos de tiempo, revisión de documentos y el cruce en sí mismo, lo que los convierte en una gran oportunidad para reunir datos de los sensores de la cámara de a bordo del vehículo y sobre cómo opera el de radar al ajustarse a nuevos reglamentos de conducción, e incluso la diferencia entre medidas de distancia (millas a kilómetros) o el cambio de rutas en el GPS.

Este tipo de cuestiones aunque parecen mínimas, pueden arrojar datos importantes para vencer algunos de los problemas cotidianos en el desarrollo de la inteligencia de lo vehículos autónomos en temas como seguridad, toma de decisiones e interacción con humanos como pueden ser oficiales de tránsito o en este caso, agentes fronterizos.

El proyecto se llevará a cabo por un año y los datos colectados serán compartidos con la comunidad de desarrolladores.