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Cuando se comenzaron a implementar los sistemas de radiolocalización, los empleados temían por su privacidad, por su utilidad se han reducido resistencias.

No es nuevo que las empresas utilicen plataformas de radiolocalización para monitorear a sus empleados. Lo que es nuevo, de acuerdo con la consultora Sterling. Frost & Sullivan, es que los empleados en su mayoría han comenzado a aceptar ser monitoreados.

De acuerdo con el estudio realizado por la firma, los empleados tienen ahora menos resistencia a que las compañías utilicen plataformas de radiolocalización. Esto se debe  a que en sus inicios la tecnología fue utilizada principalmente como una herramienta de seguimiento, pero en la medida que las organizaciones han comenzado a dar otro uso a los datos colectados con la radiolocalización, como diseñar rutas más directas y seguras para los conductores, o el monitoreo de cuánto tiempo un vendedor se queda en una llamada de ventas para ver si hay una correlación entre la "duración de la llamada" y "probabilidad de venta", los empleados están viendo que la información que proveen brinda utilidad y no es más una amenaza.

El cambio generacional también ha ayudado. Los empleados de la llamada generación Millennial tienen una relación más natural con la tecnología y tienen menor resistencia a que su ubicación sea conocida ya que en la mayoría de los casos ellos mismos la publican en redes sociales constantemente. 

Cada vez más personas en este grupo generacional dan por sentada la localización a través de sus dispositivos móviles personales y se encuentran más dispuestos a aceptar que la empresa para la que laboran desee monitorear sus ubicaciones en horario laboral.

Es un buen momento de acuerdo con los analistas para implementar este tipo de plataformas para incrementar la productividad general de la fuerza de trabajo.