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¿Recuerdan cuando las tecnologías de localización nos generaban más terror que gusto? Qué haríamos sin ellas. ¿Cómo ayudarían las empresas desde la distancia?

¿Te hace sentir tranquilo enviar un link con tu trayecto cuando abordas Uber o Easy Taxi? Pues aún hay más. Ayer descubrí ‘Companion’, una aplicación de monitoreo que podría ser muy útil para padres de adolescentes y jóvenes (siempre y cuando ellos accedan a usarla). Funciona así: imagina que después de una noche de reunión con los amigos uno de tus chicos decide volver a casa, pero en vez de recorrer el camino completamente solo decide pedir ‘compañía virtual’, así que te envía un link para que tú puedas seguir su trayecto y, de alguna manera, acompañarlo en su camino. Tú podrás monitorear el recorrido de punta a punta para asegurarte de que llegará con bien, no importa si va caminando, en bicicleta o en un vehículo.

Si este mismo servicio lo trasladamos a un contexto empresarial donde hay decenas o cientos de automóviles que realizan innumerables trayectos en el día, los beneficios se amplifican de manera exponencial. Las ganancias no sólo se ven en el área de seguridad, también en costos y productividad.

Nunca antes tantas tecnologías había coincidido a nuestro favor. Para el caso específico de la localización vehicular tenemos de todo: programas de gestión, herramientas de telemetría, dispositivos de posicionamiento global y sistemas de reportes automáticos que nos dejan saber todo al instante. Así que con todo esto, podríamos construir el Frankenstein perfecto para administrar una flotilla de autos sin importar el tamaño. ¿Hacemos el experimento?

El sistema soñado de localización vehicular

¿Qué te parecería tener una app móvil desde la que se pueda saber todo acerca de los vehículos de nuestra empresa? Para empezar queremos un mapa en el que se puedan observar los trayectos de los automóviles, tanto los que están estacionados por servicio como los que no han presentado actividad en todo el día. Esperen… ¿qué hacen esos dos en el estacionamiento de un cine? ¿O qué pasa con ese otro que lleva más de dos horas el gimnasio? (Estoy inventando, esto seguramente jamás pasaría con los autos de tu empresa, ¿verdad?).

A través de esta app podríamos modificar rutas al instante para reducir tiempos de entrega y aprovechar las horas muertas de algunas unidades.

La parte de los conductores sería fenomenal porque el sistema detectaría ciertos hábitos en los conductores, desde desvíos recurrentes e injustificados hasta faltas en las reglas de tránsito que podrían ameritar sanción. Con toda esa información podríamos acceder a un reporte a manera de ranking: los mejores conductores podrían recibir incentivos y, con ello, aumentaría el compromiso de los demás choferes para alcanzar el máximo puntaje.

Ahora vamos a la detección de percances o emergencias. El conductor debería poder reportarla para actuar de inmediato y así activar, desde nuestro centro de control, una alarma, apagar el motor de manera remota o, incluso, hacer una llamada directo a las autoridades correspondientes.

Al final de cada semana podríamos acceder a un reporte que nos hable de los riesgos detectados, el detalle del gasto de combustible, los excesos de velocidad, los eventos por viaje, las tareas realizadas, entre mucha más información.

Acá viene lo mejor: todo lo que parece una carta a los Reyes Magos es una solución perfectamente posible y recomendada para empresas que tienen que administrar flotas desde 5 vehículos. (Vale la pena que le eches un ojo al Servicio de Localización Vehicular Telcel).

Y a todo esto… ¿recuerdan cuando las tecnologías de localización nos generaban más terror que gusto? Es un alivio que vayan encontrando sus razones de existencia. Puede que sea muy pronto, pero pienso que un día agradeceremos que entre todos podamos vernos.