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Pagar con tarjetas de crédito con cintas magnéticas, sin chip, o efectivo será cosa del pasado en poco tiempo, y cualquier negocio debe estar preparado para una nueva forma en la que los clientes pagarán sus compras de forma más fácil y segura.

No hay que tener miedo de usar nuestras tarjetas de crédito o débito, pero sí precaución y, por supuesto, como negocios no como clientes, brindarle a nuestros usuarios toda la gama de posibilidades para realizar pagos efectivos  y seguros.

En México desde 2013 se convirtió en obligatorio el uso de chip en los plásticos para evitar el fraude por clonación; en Estados Unidos apenas desde el primero de octubre de este 2015, las tarjetas con banda magnética son cosa del pasado. Esos plásticos que se “raspan” en la terminal no son ya utilizados por ningún comercio o cliente, ya que las vulnerabilidades de seguridad que implicaban eran inmensas.

Las tarjetas o plásticos con chip son ahora el estándar, y las  empresas que no hayan adquirido la tecnología para procesar tarjetas con chip serán financieramente responsables de ciertas transacciones fraudulentas previamente cubiertas por el banco emisor del titular de la tarjeta.

Las pérdidas por fraude con tarjetas de crédito en los Estados Unidos, de acuerdo con un estudio de Nilson Report y BI Intelligence, fueron de siete mil millones de dólares en los últimos dos años.  Eso es más que la combinación de toda la pérdida por fraude del resto del mundo.

La Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBA por las siglas en inglés) de aquel país, asegura que muchos de estos fraudes fueron justamente por la facilidad de clonación de tarjetas con esa vieja tecnología de banda, la misma utilizada en cassettes. ¡Sí, de esos que poníamos en los Walkman!

En Inglaterra la utilización de tarjetas de chip por ley, produjo una caída de casi 70% en transacciones con tarjetas falsificadas desde que se realizó la transición, de acuerdo con Barclays.

Pero hoy en día, aunque con menos reportes, siguen existiendo los fraudes con tarjetas, y tecnologías como los pagos NFC con smartphones, son cada vez más comunes  y menos riesgosas.

Aceptar pagos con esta nueva tecnología, llamada también “sin contacto”, requiere tecnología nueva para la mayoría de las empresas, pero sin duda es el camino a seguir para los negocios inteligentes. En México poco a poco se encuentran también nuevas formas de recibir los pagos. Telcel,  por ejemplo, tiene todo un apartado de soluciones bancarias que se orientan a proporcionar aplicaciones móviles  flexibles y seguras para empresas que requieren la conexión desde una terminal punto de venta hasta un cajero automático.

Empresas como Clip, que venden y asesoran en la implementación de un lector-terminal punto de venta móvil, para pagos con tarjeta, ofrecen esta solución que mediante señal y datos 3G, 4G/LTE, permite a cualquier negocio, sin importar el tamaño, entrar de lleno a una nueva era tecnológica y brindar no sólo un buen servicio a los clientes, sino la seguridad de que este lector no guarda información de tarjetas, ni de tus transacciones, y de que todas las operaciones que realizas son encriptadas.

Ya reseñaremos más productos como este a fondo, que ayudan a que cualquier PyME crezca, y que gracias a redes y tecnología segura, puedan estar a la vanguardia y ofrecer un servicio de valor agregado a su clientes.