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En el mundo competitivo empresarial de hoy, ofrecer salarios altos ya no es la mejor estrategia para atraer el mejor talento humano a tu organización. Existen nuevas alternativas, conoce cuáles son.

Las nuevas generaciones ya no se dejan seducir por un salario alto con grandes prestaciones al momento de emprender la búsqueda laboral. Para esta nueva clase de trabajadores, el poder de compra que les otorga un salario ya no es el principal motivo en su decisión para sumarse o mantenerse en una empresa.

De acuerdo con los expertos en Recursos Humanos existe un factor que influye en las nuevas generaciones y que se denomina "Salario Emocional" y aunque es un concepto relativamente nuevo, ha estado en la práctica algunos años.

 Este tipo de retribución puede actuar como “factor motivador” de los empleados y así mejorar la opinión que los trabajadores tienen de la empresa. Por lo tanto, no se trata de recibir una mayor cantidad de dinero, sino de recibir prestaciones que el trabajador entiende como beneficios más valiosos que un aumento de sueldo.

Como ejemplos de Salario Emocional podemos encontrar prestaciones como la capacitación constante, la posibilidad de realizar el trabajo desde casa de forma remota, la flexibilidad de atender las actividades escolares de los hijos o la flexibilidad de horario de acuerdo a las necesidades diarias de cada empleado.

El salario emocional, por tanto, es dar a tus empleados una vida óptima, en donde las dinámicas laborales se combinen perfectamente con su tiempo libre  así como las relaciones familiares y sociales.

Para el empleado actual es importante que se sienta cómodo y seguro de su lugar de trabajo. Es imprescindible para él encontrar en estos espacios, un lugar al que pertenezca y se sienta afianzado con los objetivos, valores y políticas que lo involucran como persona y no sólo como empleado.

El secreto está en la motivación. Los factores que mayormente influyen son:

• La formación profesional que aporte la empresa. El aprendizaje.
• Que conozca lo que se espera de él.
• El poder de expresar sus ideas e inconformidades.
• Una buena relación y comunicación con su jefe directo.
• La posibilidad de contribuir en otras áreas.
• Oportunidades de ascenso.
• Buen ambiente laboral.
• Flexibilidad de horarios.
• Autonomía en sus labores
• Reconocimiento positivo de los rangos superiores.

Es importante que tu como directivo o dueño de empresa comprendas la importancia de comunicarte directamente con tus empleados, pues aportas seguridad y satisfacción a todos ellos de manera personal. Los espacios de comunicación con los jefes directos, con los indirectos e incluso con personas de otras áreas, harán sentir a tus empleados con mayor confianza en cuanto a sus relaciones con los demás integrantes de la empresa.

Estas relaciones principalmente generan pertenencia y reafirman los valores empresariales entre los colaboradores.

La relación y comunicación con el jefe directo es especialmente importante, ya que de ellas dependen sus aportes, ideas y promociones a la hora de avanzar dentro de la empresa. Fomentar la participación de los empleados debe ser una prioridad para ti que estás a cargo de la empresa.