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Tecnología y evolución van de la mano, la forma más significativa de valorar el desarrollo del hombre es a través de la complejidad de sus herramientas. ¿Te has preguntado, cómo trabaja la tecnología para tu negocio?

Uno de los signos más significativos de la evolución de los homínidos es el uso de herramientas y el perfeccionamiento de éstas. La tecnología es el resultado tangible del progreso de la humanidad, entendido el término en su más amplia expresión. Nuestro desarrollo como especie puede medirse porque ruedas, engranes, máquinas, transformación de energía y sistemas inteligentes cada vez más complejos nos lo demuestran.

La tecnología ha transformado tanto nuestro destino como el de quienes nos rodean. Ha sido la expansión del conocimiento y el aprovechamiento de nuestro entorno a través de nuestras “herramientas”, lo que nos ha permitido coronarnos como los máximos conquistadores del propio planeta en que vivimos, con todas las buenas y terribles implicaciones que eso ha tenido. Y es tal el poder de nuestro hacer, que día a día las fronteras se amplían cada vez más rápido y lo que antes parecía cosa de “ciencia ficción”, hoy es la realidad de todos los días.

Pasamos de la Era Industrial a la Economía del Conocimiento en apenas un parpadeo. Esa evolución potencializada nos involucra cada vez más con términos, fenómenos, dispositivos más y más complejos, nuevos, que requieren que nuestra propia capacidad de percepción se expanda al mismo tiempo que lo hace la propia capacidad de asimilación de nuestros cerebros. Es difícil que algo nos sorprenda porque lo hemos visto casi todo y mucho más allá de lo que esperábamos, ¡y aún hay más!

El papel de la industria privada en dicha expansión es principal, hoy ya no se trata de la simple satisfacción de necesidades básicas, de crear un barco, un avión, cualquier medio de transporte que lleve comida, recursos a donde se necesitan, o una máquina capaz de procesar en minutos cualquier materia prima para convertirla en un producto básico. Hoy los servicios ganan terreno haciendo cada vez más intangible y especializada, compleja, la economía. Pero, ¿cuál es el papel de las empresas en esa carrera evolutiva? Es decir, ¿el papel de los emprendimientos de todos los días?

Todos sabemos o hemos escuchado hablar de los protagonistas de la escena tecnológica, esos que generan noticias todos los días, cuyos emblemas, logos y nombres nos persiguen a cada paso que damos, estemos o no conectados. Sabemos el poder de la tecnología por ese logro que ha marcado nuestros tiempos: la computación y el salto a la era digital: desde el gigantesco computador de Alan Turing hasta el lanzamiento del último dispositivo electrónico de Apple, Samsung o Microsoft; la transformación cada vez más compleja de Google o la llegada del Internet of Things.

La tecnología no es sólo de quienes la desarrollan, aunque ellos escriban parte de la historia de la evolución humana. La tecnología, su verdadero aporte está en su aplicación, por eso son los usuarios quienes escriben su verdadero derrotero. Puede que no sepamos quién inventó la rueda, pero sabemos qué maravillas ayudó a construir. De eso se trata, de que el usuario final, pero sobre todo, el usuario productivo, ese que con su trabajo hace crecer la economía de su localidad, de su país y de su planeta, adopte la tecnología, la involucre en sus procesos productivos y ayude a escribir esa gran historia.

Finalmente, la tecnología tiene un fin bien simple: la productividad. Nada seríamos sin el tiempo que nos otorga para seguir desarrollándonos. De eso se trata: de ganar tiempo en tareas cotidianas, de eficientar los procesos, de hacerlos cada vez más automatizados para que podamos ocuparnos de cosas que son todavía más productivas, como hacer crecer nuestro negocio y transformarlo en una compañía como las grandes; para llegar a nuestros clientes, comunicarnos con ellos y satisfacerlos.

Por eso, es de vital importancia para ti y tu empresa elegir bien, desarrollar mecanismos e implementar soluciones que eficienten el trabajo, que lo profesionalicen. Desde un pequeño emprendimiento hasta una corporación con miles de empleados, todos necesitan la mejor solución, la alternativa más eficiente. Así que la próxima vez que pienses en tecnología, piensa que, si existe, está al alcance de tu mano y que tú puedes ayudar a escribir el desarrollo no solo de tu empresa, sino el de tu comunidad y el de tu especie. No es ficción, es realidad.

Acércate a las soluciones que Telcel te ofrece, conócelas, evalúalas y toma la mejor decisión con conocimiento.

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